Regar el jardín por la mañana o por la tarde: ¿cuándo es mejor?

Regar el jardín es una de las tareas de cuidado más importantes, ya que influye en la salud y el aspecto de las plantas. Elegir la hora adecuada para regar determina la eficacia con la que el agua llega a las raíces y cuánta absorben realmente las plantas. A menudo nos preguntamos si es mejor regar por la mañana o por la tarde. Cada opción tiene sus ventajas y desventajas. Conviene saber cuál es el mejor momento para que las plantas aprovechen al máximo el agua y sean más resistentes a las enfermedades y la sequía.

Ventajas de regar el jardín por la mañana

Regar el jardín por la mañana tiene varias ventajas importantes. La principal es que las plantas pueden utilizar inmediatamente el agua para la fotosíntesis. Durante el día, el sol permite que el agua llegue rápidamente a las raíces y el exceso de humedad en la superficie del suelo se evapora. Gracias a esto, las plantas no están expuestas al desarrollo de moho y hongos, que suelen aparecer en ambientes húmedos por la noche.

Además, regar por la mañana reduce las pérdidas de agua por evaporación. El sol matutino aún no es tan intenso, por lo que la mayor parte del agua penetra en la tierra en lugar de evaporarse al instante. De este modo, las plantas disponen de más humedad en el momento del día en que más la necesitan. Esto es especialmente importante en épocas de calor, cuando cada gota de agua cuenta.

Al regar por la mañana, también se puede controlar mejor la cantidad de agua. Se ve claramente cómo se distribuye en el suelo y cómo reaccionan las plantas. También se pueden eliminar las malas hierbas a tiempo, ya que suelen crecer en ambientes húmedos. Esto es importante porque el suelo demasiado húmedo por la noche favorece el desarrollo de patógenos. Por eso, regar por la mañana es más saludable y seguro para el jardín.

¿Por qué no siempre conviene regar por la tarde?

Regar el jardín por la tarde a menudo parece más cómodo, especialmente para las personas que trabajan durante el día. Sin embargo, tiene varias desventajas importantes. Al anochecer, la temperatura baja y el suelo húmedo se convierte en un entorno ideal para el desarrollo de moho y enfermedades fúngicas. Esto aumenta el riesgo de infecciones en las plantas, lo que en consecuencia puede llevar a que mueran.

Además, el riego por la tarde no permite que las plantas aprovechen plenamente el agua durante el día. Las plantas absorben agua principalmente cuando realizan la fotosíntesis de forma activa. Por la tarde, este proceso se ralentiza, por lo que el agua permanece en el suelo durante más tiempo, lo que favorece el crecimiento de organismos no deseados. Además, la noche más fría favorece la condensación de vapor de agua en las hojas, aumentando el riesgo de enfermedades.

Sin embargo, regar por la tarde puede ser justificado en caso de temperaturas extremadamente altas, cuando la evaporación durante el día es muy intensa. En ese caso, el riego vespertino reduce las pérdidas de agua, pero hay que tener cuidado de no encharcar el suelo. Lo mejor es usar una cantidad moderada de agua y evitar mojar las hojas para no fomentar enfermedades.

¿Cuál es la mejor hora del día para regar el jardín?

El mejor momento para regar el jardín es a primera hora de la mañana. El suelo todavía está fresco tras la noche y la evaporación del agua es mínima. Las plantas pueden aprovechar al máximo el agua durante el día, cuando el proceso de fotosíntesis es más intenso. Esto las hace más resistentes al estrés hídrico y favorece su crecimiento. Además, el riego matutino permite que las plantas se sequen más rápido, reduciendo así el riesgo de enfermedades fúngicas.

Regar al mediodía es lo menos efectivo, ya que el agua se evapora muy rápido. Las plantas pueden no llegar a absorber la cantidad necesaria y, además, corren el riesgo de sufrir quemaduras solares. Por ello, es mejor evitar regar al mediodía, especialmente durante las olas de calor. Por la mañana, el suelo es más permeable y las plantas pueden aprovechar mejor el agua suministrada.

En resumen, lo mejor es regar el jardín temprano por la mañana. El riego por la tarde puede ser una excepción en días de calor extremo, pero debe hacerse con precaución, evitando mojar en exceso las hojas. Solo así las plantas estarán sanas y menos propensas a enfermedades, y el agua se aprovechará de la forma más eficiente posible.

 

 

Sofia González